Inodoro y su Tata

Inodoro y su Tata

‘Pereyra por mi mama, Inodoro por mi tata, que era sanitario’ se presenta a sí mismo este gaucho macho y cabrío: Inodoro Pereyra, el renegau, es tan argentino como el dulce de leche, la birome o el colectivo. Y no porque use vincha, ande bien montao y sea bueno pa’payar. Esas son sólo apariencias y -se sabe- las apariencias engañan.inodoro y fontanarrosa

Que lo diga si no la pobre Eulogia Tapia, compañera del Inodoro, a quien el Negro disgraciau del dibujante le hizo engordar 67 kilos en dos cuadritos.’Lo que pasa es que es un personaje surgido a partir del cancionero folklórico que por entonces estaba de moda -se excusa en vano Fontanarrosa, su creador-, recordemos aquello de la sangre rumorosa y la cintura cósmica. Cuando Eulogia aparece en la historieta era una linda mina, después se pone fulera’.

Con más caderas pero no menos carácter, se vuelve una mujer estilo neorrealismo italiano: “Endijpué de tantos años, si tengo que elegir otra vez, la elijo a la Eulogia con los ojos cerrados -dice tierno, el renegau -. Porque si los abro elijo a otra”.

Como en su primera aventura, dos lagrimones le ruedan otra vez por la caripela: Inodoro Pereyra cumple ahura 25 años. Nació y creció en la revista cordobesa ‘Hortensia’, en una época de consagración del folklore.
La historieta era, originariamente, una parodia en la que se exageraban los giros lingüísticos y los estereotipos terruñales. Una combinación de lugares comunes del radioteatro gauchesco -que el propio Fontanarrosa escuchaba de chico-, la jerga nativista y el ‘lenguaje ‘festivalero’ a lo (Armando) Tejada Gómez’, según las palabras del humorista.

Munido de documentos, diccionarios, música y literatura, Fontanarrosa se adentró en la temática campestre. En un rejucilo de bravura sintetizó -tal como él mismo cuenta- todos esos conocimientos en la línea finita y pelada con que simbolizó, en los cuadritos, el horizonte y la chatura de la pampa.

“Alguna vez me preguntaron si Inodoro refleja mis conocimientos. No hay que engañarse. Sumando todas las horas de mi vida que estuve en el campo, si son cuatro es mucho. Al campo no lo conozco ni me despierta curiosidad’, admite.

‘La eficacia de la historieta reside en trabajar sobre mensajes debilitados en su reiteración, sucesión de efectos que carecen de sentido. Porque la parodia, como la caricatura, no hace sino resaltar lo manifiesto: no inventa, enfatiza explica el escritor Juan Sasturain en El domicilio de la aventura.

La evolución natural de las especies hizo que, después, la ‘sátira feroz al folklorismo’ -tal como apunta el periodista Marcelo Moreno en una nota publicada en el fenecido diario ‘Convicción’-, ampliara a posterior¡ su temática. jue el paso inevitable que debía dar una historieta surgida en una revista humorística y consagrada en un diario. ‘Lo que empezó como una parodia ya no lo es’, ricuerda Sasturain.

– Judith Gociol –